Ver Ser o no ser (Ernst Lubitsch, 1942) es recibir una masterclass de comedia, del cine y de actitud ante la vida en tiempo récord. Y su lección es tan fresca que parece haberse rodado esta misma tarde. Una compañía teatral escenifica, literalmente, la resistencia al nazismo justo cuando Hitler arrasaba Europa. Y consigue mantener la ligereza, la diversión y nuestra complicidad jugando al screwball con balas de verdad: hay peligro, pues, y Lubistch sale airoso de situaciones complejísimas, con muertes y la SS de por medio, como si fuese la cosa más natural del mundo. Pues no señor, no lo es, Ser o no ser representa un prodigio, y véanla muchas, muchas veces, porque tal vez no se repita nunca más.
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