Es normal que no sepas quién es Brett Denen ya que padece invisibilidad crónica severa. No pasa nada, lo lleva bien. Incluso ha sonado en episodios de House y Anatomía de Grey, pero bastó un paso en falso hacia el pop normal para devolverle al punto ciego del espectro musical donde puede grabar lo que se le antoje.
Además, la guitarra es todo lo que necesita para hacer fieles, y eso en los compositores es un grado. Tiene voz, tiene canciones: So much more le gustaría hasta a tu madre. Yo se lo regalo a todo el mundo y nunca fallo, porque lo digo y lo repetiré, es un disco para siempre.
Como le comparaban con el Paul Simon de Graceland, sobre todo por la rítmica afropop de algunas canciones, recalibró su sonido para el eléctrico Lover Boy (2011) y el resultado fue sorprendente, vitamina C en vena. Ahora sólo le falta un asesor de imagen, aunque igual con la cosa de la invisibilidad es tontería.
Can't Stop Thinking About You
del album Lover Boy
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