Mark Ryden no es para todo el mundo, afortunadamente. Pero el arte lowbrow de la última década no se entiende sin este envenenador de manzanas y Taschen tenia la obligación moral de beatificarle publicando al fin una versión "popular" (50 euretes) de su pintura. Pinxit es ese libro ¡y qué libro, oiga! Magníficamente editado -cómo pesa, cómo huele a tinta ¡arf!-, es la retrospectiva que se nos llevaba tantos años negando para someternos al chantaje de libritos rácanos a precios escandalosos. Ahora sí, amigos, ahora sí: reproducciones ENORMES, al detalle, con desplegables y todo lo que se os ocurra... excepto textos en castellano -mira que es trilingüe- y ni una triste sobrecubierta para proteger al tomo de la baba que se te va a caer mirándolo.
La emoción me impide seguir escribiendo. Pero si no sabes quién es Mark Ryden deberías echar un vistazo a su iconografía pop-bizantina, justo aquí debajo.
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