Toñi tiene... ¡LLAMADA! ('Entre todos', La 1 de RTVE)


Una cosa es la solidaridad, otra bien distinta plantar la caseta de feria en el umbral de la pobreza. Toñi Moreno (la nuera perfecta) va a saco con este maratón de la caridad telepredicada a la americana, que al fin desembarca en el Ente Público tras dos años meteóricos en Andalucía, y trae la misma platea enfervorecida para gritar eso de "tengo... ¡llamada!"
Si la teoría pinta mal, visto es mucho peor. Segurísimo que "Entre todos" ayudará a mucha gente necesitada, pero eso no hace su formato tan intocable como creen. Es más bien al contrario. Por lo pronto usan un tono raro, histérico, casi festivo, desafortunadamente expiatorio; luego está la ironía de financiar con nuestro dinero una colecta en pleno azote de recortes sociales; y lo peor de todo, saben que tienen una bomba y cómo explosionarla.
Ya en harina, los protagonistas y a veces un niño pixelado aparecen en su entorno de miseria natural a través del plasma gigante, al otro lado, indefensos, esperando a que ella les ayude a salir con dignidad del trance. ¿Lo hará?
Que te lo crees tú, menuda es la Toñi.
Empieza recordándoles, siempre, lo humillante que debe ser para ellos DAR EL PASO. A partir de ahí se derrumban y el resto es coser y cantar. Especialmente interpelando a la mujer, porque UNA MADRE ES UNA MADRE. En su magnanimidad, la audiencia PREMIA con dinero y materias primas en progresión cuantitativa y emocional. Además la Toñi, que es una chica MUY HUMANA, se sirve de sus infalibles refuerzos: exclamar las ciudades de origen de público e invitados ─ usando calculadamente su acento andaluz; y parafrasear citas de autoayuda en los momentos muertos, que por cierto en cuatro horas que dura hay unos cuantos. Sentencias del tipo:
- Si logras alegrar la vida de los demás, tu vida se alegrará por si sola
- Mira las cosas no como son,  sino como pueden llegar a ser
En fin, mierdas así. "Entre todos" es un retroceso de décadas, un fracaso social y televisivo, y hace evidente que la solidaridad entre nosotros se cobra muy, pero que muy cara.

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