Cómo ser Pablo Ruiz (Le mystère Picasso, 1956)


Solo un año después de Las diabólicas, Clouzot volvió a regalarnos otro tesoro de valor incalculable: la tablet de Picasso, una pantalla de luz sobre la que filmar el trabajo del pintor sin más artificios que un poco de fast-forward y el previsible acompañamiento musical. Nada de ceremonias, solo un extraterrestre en calzones, pintando lo que le viene en gana.
La primera de las muchísimas sorpresas que esconde El misterio Picasso (1956) es ver cómo el artista busca y destruye, rectifica dramáticamente y crea auténtico suspense arrastrándonos en su búsqueda con él. De Picasso dice Juanjo Saez en El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre (maravilloso libro en el que nos detendremos otro día, y del que extraigo la imagen que encabeza este post) que era un bruto, una fuerza de la naturaleza aplicada al arte, ultimátum a la realidad establecida. Y vaya, si infunde respeto. ¿No crees que Picasso debía vernos como hormiguitas? pues prepárate para ser pisoteado.

Comentarios

  1. Esta película siempre la recomiendo a todo aquel que dice que no le gusta Picasso, o que no lo "entiende". Incluso todavía queda por ahí algún despistado que se cree capaz de "hacerlo".

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