Guía de supervivencia para la Santa Compaña


Presentamos una sencilla guía para salir ilesos de un encuentro en tercera fase con la Santa Compaña. Recuerda que tú podrías ser el siguiente.

La santa compaña es una procesión de almas en pena que pululan por los bosques gallegos y abordan a los caminantes incautos para telecontrolarlos y unirlos a sus filas. Son fácilmente reconocibles porque hacen sonar campanitas y adoptan una actitud bastante teatral. Les caracteriza un fuerte sentido de adhesión al grupo y entre los difuntos de la fila verás a los más recientes de tu propia aldea. Factor inequívoco será también la gran cruz que portan al frente.

Este primer penitente, poco conversador, te ofrecerá la cruz y no has de aceptarla bajo ningún concepto, ya que en tal caso serás tú mismo quien tendrá que pasearla cada noche. En principio has de olvidar todo al despertar, pero esta condena nocturna te irá debilitando, tu rostro se tornará cerúleo, te bajará la tensión y tus vecinos cuchichearán que pareces un alma en pena.  No dudes que acabarás siéndolo salvo que adoptes medidas.

Algo que te ayudará a confirmar que has sido captado por la santa compaña es que al despertar creerás haber soñado que volvías a casa guiado por una vela que dejaste sobre la mesita de noche. Pero ahora en su lugar encontrarás un hueso humano. Estás en problemas, amigo.
Hay varias tácticas para eludir a la santa compaña. La más efectiva es echarse al suelo en silencio y trazar un círculo en torno tuyo. No hay cosa que les joda más. También puedes ahuyentarles al grito de ¡CRUZ TENGO! Por tonto que parezca, funciona.
Como veis, es bien sencillo burlar a la Santa compaña. Buenas noches y buena suerte.

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