Sidney Nolan pintando, no me mata. Pero Nolan con una cámara, eh, ojito con él. Que agarra una vaca disecada y la fotografía encima de un árbol, ahí, en Australia. O monta un rodeo con caballos momificados. Siempre en Australia. Chaladuras, en fin, que dejaron turulatos a sus paisanos a principios de los años 50. Australianos, como vengo diciendo.
Parado frente a esos esqueletos abandonados, Nolan asoció los fantasmagóricos paisajes de Queensland a Pompeya. Había llegado hasta allí por encargo del Courier Mail para cubrir fotográficamente la sequía que azotaba su país. Pero además de eso, volvió a casa con una performance impagable bajo el brazo: Drought Photographs, rica en estratos de lectura -colonización, travesía bíblica, el arte, lo yermo- pero que sólo empiezan a vislumbrarse tras familiarizarnos con tan macabra premisa.
Parado frente a esos esqueletos abandonados, Nolan asoció los fantasmagóricos paisajes de Queensland a Pompeya. Había llegado hasta allí por encargo del Courier Mail para cubrir fotográficamente la sequía que azotaba su país. Pero además de eso, volvió a casa con una performance impagable bajo el brazo: Drought Photographs, rica en estratos de lectura -colonización, travesía bíblica, el arte, lo yermo- pero que sólo empiezan a vislumbrarse tras familiarizarnos con tan macabra premisa.
Joder, ¿puedo decir joder? Están genial (y sí, las pinturas nos las podemos ahorrar directamente).
ResponderEliminarEn esta franja horaria se puede decir, sí. Y nos ahorramos las pinturas, sí.
ResponderEliminarTremendas imágenes!! Desde luego el concepto salta por su propia fuerza a los ojos del espectador.
ResponderEliminarArtistas posteriores han usado la misma idea, pero creo que Nolan la utilizó antes y con más tino. ¡Gracias por comentar!
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