Ricky Nelson. The greatest hits (Prism, 1985)


Rick(y) Nelson es, junto a Roy Orbison, mi intérprete favorito de rock en los cincuenta. Puede resultar chocante que de toda su discografía me decante por unas regrabaciones del 84 -justo antes de perder la vida en un accidente de aviación junto a su novia y varios músicos-. Dejen que me explique.
La suya fue tipo de carrera que empieza por una apuesta y termina haciéndose sombra a si misma, intentando refrendar sus primeros éxitos como ídolo adolescente. La industria se lo hizo pagar caro pero esta sesión que, pese al halo trágico que la envuelve, el sello Prism debió comprar al peso (igual que yo su cedé) demuestra que Rick nunca se rindió. Fue lo que primero que irresponsablemente cayó en mis manos del artista, y reconozco que tardé un buen rato en darme cuenta de que eran clonaciones del repertorio original. Versiones son lo que hacen los Supersingles de Maria Teresa Campos. Definitivamente esto es otra cosa.
Hay que ser sordo e idiota para no apreciar la calidad de este disco, sin arreglos gratuitos de ningún tipo; su voz seguía siendo un prodigio -relajada pero jamás monótona-, y se dejaba arropar por unas voces al estilo de los Crickets que a mi me chiflan. Os animo, pues, a disfrutar de esta recopilación a la altura de su irrepetible protagonista. Quien lo quiera completo sólo tiene que pedírmelo.

 

 

 

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