Los escaparates de Charles Marville


En 1851 Georges-Eugène Haussmann es nombrado prefecto de París y emprende un proyecto de expropiación, derribo y socavamiento del casco medieval sin precedentes. Antes de borrar el trazado original a golpe de bulevares, el barón quiere asegurarse un registro fotográfico de cada calle y plaza. Es aquí donde entra en escena nuestro verdadero protagonista hoy: Charles Marville, quien pasó de la xilografía al calotipo con la misma naturalidad con la que aceptó uno de los encargos de documentación urbanística más arrebatadores del siglo XIX.
Hoy podemos volver a callejear por el entramado parisino original, serpentear entre fachadas de tipografía estrujadas, desaparecer en los puntos de fuga donde convergen los escaparates de Marville. Lo que quedó del escenario fantasmal tras la cauterización volvería a ser fotografiado por Atget varias décadas después, y del resultado, igualmente emblemático, ya dimos cuenta en otro post de esta misma serie.













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