Gomorra, la serie italiana, se sale. Su primera temporada se ha convertido en un clásico televisivo instantáneo y quien la compare con Los Soprano es porque no ha visto una ni otra. Mejor atiendan a estos cuatro argumentos para no perdérsela:
1. Un "The wire" al dente
A Gomorra le faltarían cuatro temporadas más para poder medirse con la obra maestra de David Simon (no sería mala idea que apostase también por analizar los efectos del crimen en distintos estratos de la sociedad italiana: la política, los medios, el sistema educativo...). Es cierto que Gomorra tira de gatillo con más facilidad y la narración obedece a causa-efecto: cada escena desencadena la siguiente con obviedad impensable para The wire. Aparte de un pesimismo brutal, lo que realmente tienen en común es, no ser verídicas, sino veraces. Como ficciones respetan la jerga y los códigos; como reconstrucciones de un mal endémico, ambas son profundamente impactantes.
2. El episodio 7: Imma contro tutti
Mi capítulo favorito, el que mejor exhibe todo el potencial de Gomorra . No solo filma la logística de un supermercado de la droga con cinismo magistral. También secciona transversalmente a los protagonistas y con ellos a una comunidad marcada por la indefensión y la miseria. Todo queda redimensionado y la serie coge un impulso espectacular.
3.La conexión española
Si Gomorra fuese una serie española se llamaría El Príncipe y saldría Paula Echevarría. Por el contrario Roberto Saviano, que ha conseguido hacer de su polémica novela original un franquiciado de entretenimiento del copón, traza a punta de pistola una ruta de la cocaína desde el sur de la península hasta Barcelona. Allí ruedan, sin folclorismos baratos, el nuevo cortijo de las mafias rusas. ¿Cuántas Gomorras sobre terrorismo y corrupción podrían rodarse España? ¿Para cuándo José Bonilla haciendo de boss?
No me alargo más con la crítica. Queremos segunda temporada de Gomorra, y la queremos ya.4. Aprender rápido
"En el orfanato, las monjas me enseñaron que los terremotos sirven para limpiar la tierra", advierte uno de los protagonistas antes de iniciar la pelea de gallos que abarca el tramo final. De forma más general, Gomorra muestra a la camorra napolitana sorbiendo la médula de una juventud que sólo aspira a sujetar una pistola. Y aprende rápido.
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