Con los primeros boppers pasa lo mismo que con los toreros del XIX: sabemos de sus hazañas sólo por crónicas. Howard McGhee se dejó los pulpejos de los dedos sobre las válvulas de su tropeta en los años 40 pero las grabaciones que nos quedan de esa época son más simbólicas que disfrutables. Luego vinieron el declive y la droga, y ya en los 60, contra pronóstico, el regreso a la primera y más fuerte de sus adicciones: el jazz. Together Again, con Teddy Edwards, iba a ser el disco del que todos iban a hablar. Un gran mano a mano, sí, ¿pero es que nadie recuerda su otro gran trabajo del 61? Hablo, por supuesto, del soberbio Maggie's Back in Town!!
Empecemos por esa luz de domingo que ilumina la portada, tan de mañana, tan de irse a lavar el coche. No se puede molar más que en esa foto y, amigos, no sabrán si les gusta el jazz hasta escuchar la música que esconde dentro. Porque las notas que perfunde en Softly, As in a Morning Sunrise pesan menos que el aire y su trompeta centellea como en los viejos tiempos en Brownie Speaks. Tiene todos los ases, pero se lo toma con calma. Y eso es bueno.
Así que el próximo domingo acudan a una de esas improvisadas batallas de música chandalista que suelen darse en los lavaderos de gasolinera, abran las puertas de su utilitario y pongan Maggie's Back in Town!! a todo trapo: ni el jevi recalcitrante, ni el jubilado con Radiolé, ni por supuesto el poligonero o cani de turno, podrán negar que su música, al lado de la de nuestro hombre, sólo sirve para hacer un poquito de gerogimnasia. Y punto en boca.
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