Hay un surrealismo germinal en las ilustraciones de Grandville (1803-1847) para la sátira Vida privada y pública de los animales. De su galería zoomorfa, por la que llevo errando varios días, me entusiasma cómo retrata a los artrópodos de cuerpo entero. En lugar de ensamblar burdamente las cabezas en torsos humanos, el francés insinúa exoesqueletos bajo los elegantes ropajes y hace posar a sus protagonistas alerta, arrogantes, con turbadora naturalidad. La presentación perfecta para un artista singular sobre el que volveremos en breve, ¡no lo dudéis!
Hay un surrealismo germinal en las ilustraciones de Grandville (1803-1847) para la sátira Vida privada y pública de los animales. De su galería zoomorfa, por la que llevo errando varios días, me entusiasma cómo retrata a los artrópodos de cuerpo entero. En lugar de ensamblar burdamente las cabezas en torsos humanos, el francés insinúa exoesqueletos bajo los elegantes ropajes y hace posar a sus protagonistas alerta, arrogantes, con turbadora naturalidad. La presentación perfecta para un artista singular sobre el que volveremos en breve, ¡no lo dudéis!
Comentarios
Me imagino que su artista intentaba satirizar a la sociedad del momento o algún grupo social en concreto, no?
ResponderEliminarResultan kafkianos pero son ilustraciones preciosas.
Saludos.
Efectivamente, toda Vida privada y pública de los animales es una larga y detalladísima sátira a la política, uso y costumbres del París a mediados del siglo XIX. Personalmente creo que los textos (pese a firmarlos Balzac, George Sand...) han quedado un poquito oxidados, pero el trabajo de Grandville mantiene su fuerza intacta. Gracias por comentar, Marybel!
Eliminar¡Espectacular! GENIAL ENTRADA. Comparto.
ResponderEliminarGracias!! Genial Grandville. No dejes de rebuscar: fue, afortunadamente, un ilustrador muy prolífico.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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