Los vinos sin alcohol son un brebaje repugnante


Animado por algunas experiencias previas con la cerveza sin, llevaba tiempo desando aplicar mis patéticos conocimientos de cata a los vinos desalcoholizados. Acabo de intentarlo con dos (Emina Zero y Baezza) y resultaron ser la cosa más asquerosa que he bebido en mi vida. Aviso. No es que sepan poco a vino: es que ni se parecen.
La "reconstrucción enológica y organoléptica" del presunto tinto de Emina parece consistir en embotellarlo usando una fregona sucia. Notas de baba de caramelo de mora, color de animal aplastado en la carretera. Una mala bebida isotónica por casi seis euros, la tontería.
Con todo, mucho mejor que el Baezza -que encima lo descorchas y es espumoso, porque sí, porque le da la gana a él-; lo suyo no tiene nombre. Empieza apestando a sidra vertida en el suelo desde anoche y después en boca recuerda vagamente a boñiga. Tal cual.
Dicen que es una buena alternativa para que los niños hagan catas cuando acompañen a sus padres a las bodegas. Personalmente creo que un menor de edad tiene cosas mucho mejores que hacer que jugar con gintonics light y cigarrillos electrónicos, pero efectivamente estos caldos tienen el mismo mercado que el Champín y otros simulacros de rito social en torno al alcohol. Lamento, en fin, generalizar: pero no quiero saber nada más de unos vinos que ni merecen tal denominación, ni el respeto de un consumidor que conservará el posgusto a timo largo y persistente.

Comentarios

  1. ¿Pero a quién se le ocurre, alma de cántaro? Jajaja

    ResponderEliminar
  2. Desgraciadamente fue por motivos de salud. Desconocía la toxicidad del desalcoholizado.

    ResponderEliminar
  3. No sabía ni que existían...pero cuando vea una botella de ésas me alejaré lo más posible de ella...vade retro!!!
    ;)

    ResponderEliminar
  4. Yo tuve la desgracia de probar el ron sin, me imagino que será un potingue semejante. ¿Quién nos manda?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. releyendo la tontería que escribí, creo que el verdadero drama es dar a los niños champín. vaya tela.

      Eliminar

Publicar un comentario