Otra de animaladas. Hay mucha gente por ahí pintando como Walton Ford, pero no las mismas cosas que él es capaz de representar con violencia poética. Hablo por supuesto de su Pancha Tantra, que da un giro operístico al fabulario indio para plasmar (la decadencia de) un reinado animal heredado.
No he podido resistirme al tochazo que Taschen le dedicó hace unos años, porque ahí todo es superlativo: el engañoso naturalismo de sus acrílicos; y la carne, la grasa, el plumaje... pura provocación, a prueba de etorfina. Pancha Tantra marca bien su territorio dentro del arte, y ¡ay, de quien ose traspasarlo!
Y yo que no conocía esto. Ay...
ResponderEliminar¡jaja te pillé!
Eliminaryo ya tengo un ejemplar en camino, pobre estantería
Qué joya!!. Yo ya no entro en la página de Taschen pq me lo compraría todo. Una delicia de entrada. Un saludo.
ResponderEliminarUna buena decisión. La siguiente, no entrar en ninguna librería ;)
EliminarQue cierren Taschen por dios. Que me busca la ruina esta gente.
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