Ran (1985). El Kurosawa total


Se admira Ran (el eterno conflicto entre ambición y lazo familiar, saldado con un baño de sangre) como se admiran las bóvedas de una catedral: entornando los ojos y variando el ángulo. Es probablemente la cinta del maestro japonés Kurosawa que más franja temática y formal abarca, y algunas escenas tienen fuerza suficiente para desviar un avión en pleno vuelo.
Leeréis por ahí que Ran es una película de samuráis larga y compleja. No es cierto. Larga hasta el absurdo sería El Hobbit de Jackson; compleja, en el mal sentido, Primer. Por contra, Ran narra (en bellísima trayectoria rectilínea) una guerra parricida en clave shakesperiana sin que sobre un solo fotograma. Como tragedia, el director japonés consigue un encaje perfecto entre lo épico y lo íntimo. Visualmente la película no tiene parangón ni en el uso del color (jamás olvidaréis esas armaduras) ni en la confección de planos sobre espacios naturales abiertos. La suma goza de la superioridad artística de lo inexpresable. Os lo digo yo, que no tengo ni zorra idea de cine: hay muchos kurosawas, todos fascinantes... pero Ran es el Kurosawa total.

Comentarios

  1. Simplemente fantástica. Es, en mi humilde opinión, la mejor adaptación que se hizo de una obra de Shakespeare y posiblemente la mejor película épica de Kurosawa.
    Un abrazo

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  2. Vale, vale, de esta semana blanca no pasa (finales de febrero) ;)

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