Komura Settai, maestro del shin-hanga


De vuelta a Japón, pero sin alejarnos esta vez demasiado en el tiempo, nos asomamos hoy a la obra de Komura Settai (†1940) y al mundo flotante revisitado por artistas del siglo XX  bajo la denominación de shin-hanga. Un trabajo xilográfico que, como el de sus antecesores, diseña pequeñas cajas musicales para la retina mediante la expresividad en el entintado y una temática heredada naturalística, femenina y popular; con mecanismos internos, como el de los pequeños artefactos musicales de cuerda, que pueden ir de lo banal a lo más refinado; y cuyos personajes parecemos observar, en el arte oriental quizás más que en ningún otro, recluidos en sus pequeñas cajas.
Sin embargo los de la escuela de Settai, conscientes de que lo que no fluye se estanca hasta pudrirse, reactivarán el grabado ukiyo-e adaptándolo a los nuevos soportes y procesos de impresión con un lenguaje más sintético y occidentalizado.


Profesional de la edición gráfica y el diseño de vestuario kabuki, las señas de identidad de Settai son el estudio de la perspectiva (su serie de vistas elevadas, jardineando por interiores en 1943, resultan realmente singulares) y un sentido de la composición moderno condicionado, ya lo dijimos antes, por los nuevos formatos de difusión.
Se dice del shin-hanga que fue un movimiento estereotipado y decadente. En realidad, contemplando la obra de Settai, se entiende mejor la necesidad de conservar el espíritu del grabado tradicional japonés, y hacer sonar sus pequeñas y coloridas cajas musicales para que no se oxiden.










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