Antología del Studio Ghibli: Volumen 2 (Manuel Robles, Dolmen 2013)

¡Ey, esto se anima! Al fin vemos completada la retrospectiva que Manu Robles ha dedicado al gigante de la animación nipona; por derecho propio, la de referencia en castellano. Sigue mojándose lo justo, cosa de agradecer porque ni te condiciona como espectador ni roba espacio a las muy necesarias reseñas de material complementario; nada que objetar, tampoco, al diseño –es imperdonable que siga predominando el blanco y negro, pero al menos es un libro pulcro visualmente– y está escrito con el mismo estilo ligero del tomo anterior.
Este volumen 2 se abre con Mis vecinos los Yamada y avanza cronológicamente hasta su último proyecto, Kaguya-hime no Monogatari, aún en postproducción. Luego orbita un ratito más por la constelación Miyazaki, museo tokiota incluido, y nos emplaza al año 2025 (!). Hasta entonces y resumiendo, el equipamiento ideal para iniciarse en la factoría de dibujos animados con más sensibilidad y buen gusto del planeta tierra, y la antología que cualquier fan con un mínimo de decencia ha de poseer.

Además, como estoy de buen humor, os voy a dejar una posdata musical que nos viene al dedillo. Pertenece al disco de bossanova que la francesa Clementine dedicó al anime; yo en particular nunca he sabido ocultar mi debilidad por la pequeña Ponyo, sobre todo cuando pide jamón para comer.  

 

Comentarios

  1. No conocía este libro sobre los estudios Ghibli. Sin duda, el mejor cine animado sale de esta factoría (aunque sin Miyazaki, se pierde el 50%).

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, Enrique. Miyazaki es insustituible; afortunadamente el otro 50% cumple con mucho los estándares de calidad que hacen grande a Ghibli.¡Gracias por el comentario!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario